
Todo el mundo habla de usted como uno de los jugadores europeos de moda, sobre todo tras el Mundial. ¿Cómo se ve?
Solo soy un jugador de baloncesto al que le gusta lo que hace. No me gusta mucho hablar de mí. Sobre mi juego, diría que mi punto fuerte es el tiro. El débil, la falta de experiencia. En ocasiones eso me lleva a cometer errores.
¿Qué le llevó a ser jugador de baloncesto?
Elegir el baloncesto en Serbia sobre otros deportes no es difícil. Actualmente, es lo más probable, en especial cuando uno tiene los estímulos y referentes que hay en el equipo nacional. Yo crecí admirando a Danilovic. Él fue una gran influencia para mí por su forma de pensar en la pista y su gran deseo de ganar más que técnicamente. Los mejores jugadores actuales son Spanoulis y Papaloukas, mis compañeros en el Olympiacos.
Usted parece un jugador muy calmado cuando juega. Nunca se pone nervioso. ¿Es así?
No, eso no es verdad. No siempre soy un jugador tranquilo. Probablemente, no es muy evidente porque parezco calmado, pero a veces no lo soy.
Contra España, en los cuartos del Mundial, se jugó la última posesión de Serbia. ¿Cómo mantiene los nervios en esos momentos de tanta presión?
Cuando juegas al baloncesto, tienes que tener la misma mentalidad y pensar de igual modo si ganas por 20 que si pierdes, incluso cuando la victoria se decide en el último momento. Eso es lo que intento hacer. No hay otro secreto.
¿El fuerte carácter serbio tiene relación con las luchas que ha vivido el país?
Creo que sí. Es así como los serbios hemos crecido. Desde pequeños hemos aprendido que para conseguir algo tenemos que luchar por ello. Eso no lo olvidamos nunca. Yo me siento parte de un equipo, pero, cuando tengo que ser un líder, lo soy.
Como en ese triple a España. ¿Fue inspiración o estaba planeado? ¿Qué se le pasó por la cabeza antes de lanzar?
Absolutamente nada. Pensar mientras juegas no te sirve para nada. Todo sale solo, automáticamente. Eso me pasa a mí. Simplemente, vi la canasta enfrente de mí y decidí tirar. Así, sin más, tiré. En ese momento fue lo que creí que tenía que hacer, lo que se suponía que debía hacer. Me alegré mucho tanto por mí como por el equipo, aunque el entrenador (Ivkovic) no nos dejó celebrarlo mucho porque teníamos pronto otro partido.
¿Sus favoritos para la Euroliga?
El Barcelona es el gran favorito, aunque no es invencible. Nosotros, el Madrid, el Panathinaikos, el CSKA, el Caja Laboral y el Maccabi lucharemos por llegar a la final. El Madrid será mucho mejor equipo este año, en la segunda temporada de Messina. El Caja Laboral demostró el año pasado lo duro que es como equipo al ganar la Liga en España.
¿Qué jugadores considera claves?
Me metería en problemas si no dijera Velickovic (risas). Somos amigos desde pequeños. Y Navarro. ¿Qué decir de él? Es fantástico. ¿Ricky Rubio? Un jugador con mucho potencial por delante. No puedo decir si me decepcionó o no en el Mundial. Lo importante es si cubrió las expectativas de su equipo y las suyas propias.
¿Sigue la NBA?
Sí, veo todo lo que puedo. Me gusta cómo juega Steve Nash, el tipo de base que es. No me he planteado mi futuro allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario