Todos vivimos bajo el mismo cielo,
pero ninguno tiene el mismo horizonte
pero ninguno tiene el mismo horizonte
Escapar. Escribir. Entrenar. Evadir(me). Extrapass. Cuando menos te lo esperas, el #CES2013 vuelve a sorprenderte. Algunos discuten sobre el cometido de este duodécimo reto. Otros lo aplauden, pues han encontrado la excusa perfecta para sumergirse en el inquietante circuito 2.0. Lo que está claro es que no ha dejado indiferente a nadie. Sea como fuere, Rookie's notebook! abandona su agónico estertor para canalizar pasión, renovar ilusión, y seguir marcando la diferencia. Nunca fue convencional. Nunca quiso atender de forma inminente la rabiosa actualidad. Tampoco abordar crónicas, leída una (normalmente) leídas todas. Siempre le gustó jugar a ser especial. Y este nuevo horizonte, salvaje, ambicioso, le empuja a reciclarse, considerando compatibilizar reflexión, literatura, fundamentos. Baloncesto.
Espacios. Esquinas. Extrapass. Hace tiempo me dejé marcar por Ricard Casas. Otra dimensión. Genera mucho espacio. Transmite confianza. Socializa. A partir de ahora Extrapass! será un punto de encuentro de entrenadores, y para entrenadores. Eso sí, en constante formación. Queda reservado el derecho de admisión a aquellos que dogmaticen, que no conversen, a aquellos que afirmen como innegable (o inútil) algún principio (o fundamento) discutible. Será un rincón donde, lejos de las particulares reflexiones "mediáticas" que durante tanto tiempo han dado forma a Rookie's notebook!, alimentar de forma (in)consciente tamaña locura. Bendita locura. Vídeos, debates, entrevistas. Cada entrenador explora, construye, desarrolla con entusiasmo su baloncesto. Pero no todos se atreven a compartirlo. ¿Y si lo hacemos a través de..
Extrapass. ¿Habito o concepto? ¿Se hace o se "nace"? Socializa. Construye. Culmina. No siempre en canasta. Conocimiento. Lectura. Decisión. Una comprometida iniciativa, que otorga un imprevisible e ilimitado poder. Y es que además de mantener alerta al ataque, obligado a jugar constantemente sin balón, escapa sin previo aviso del (cada vez más) pormenorizado scouting. Y empuja. Reconforta. Satisface. Te levanta del banquillo. Aplaudes sin siquiera conocer el desenlace de la jugada. Cierras el puño, mirando fíjamente y con gesto serio al pasador. Claro que, como diría el refrán, no por mucho extrapass, amanece más temprano. Cuando se tiene cierta moral de combate, de poder, hace falta muy poco
para dejarse llevar, para pasar a la embriaguez, al exceso. Uno más. Gratis. EXTRAPASS (!). Bienvenidos a mí. #LLN!D.